Como ya hemos recordado en otros posts, existen infinidad de productos químicos para la limpieza, con lo que, si no los utilizamos correctamente y mezclamos unos con otros sin tener en cuenta su composición, podemos dar lugar a reacciones químicas no deseadas, que pongan en peligro nuestra salud y la del medio ambiente que nos rodea.
Os dejamos un listado con los productos que más problemas suelen dar, debido al desconocimiento por parte de las personas que los emplean de las reacciones que se pueden generar.
Lejía con Amoniaco
La reacción que se produce al mezclar estos dos productos libera vapores muy tóxicos que dañan las vías respiratorias y los ojos. Asimismo, se pueden generar explosiones. Esta mezcla es muy habitual que se produzca por el desconocimiento y falta de formación del personal de limpieza.
Lejía con Alcohol en Gel
Esta mezcla produce cloroformo (casusa pérdida de conciencia) y ácido muriático que pueden producir graves daños en el sistema nervioso, pulmones, riñones, piel, hígado y ojos.
Lejía con Vinagre
Al igual que con el amoniaco, al mezclar la lejía con el vinagre se liberan vapores muy tóxicos que pueden dañar ojos y vías respiratorias.
Bicarbonato de sodio con Vinagre
En lugares poco ventilados o cerrados puede producir explosiones dado que el bicarbonato de sodio reacciona con el ácido acético del vinagre generando dióxido de carbono.
Vinagre con Agua Oxigenada
Esta mezcla genera ácido paracético que en altas concentraciones puede irritar ojos, garganta, nariz y pulmones e incluso dañar la piel.
NOTA: Es importante leer con atención las etiquetas de los productos de limpieza antes de realizar cualquier mezcla para evitar posibles lesiones.
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