Pero no solo basta con tener bolsas de basura. Ese elemento indispensable debe además tener una calidad por muchas razones que te explicaremos aquí. 

¿Por qué se necesitan bolsas de basura de calidad?

Las bolsas de basura de calidad garantizan una serie de elementos:

- Cuando las personas tiran sus desechos de vidrio a la basura, muy probablemente puedan romperse. Estos vidrios comprometen la integridad de una bolsa que sea de mala calidad, mientras que una de mejor calidad ofrece mayor resistencia. 

- La basura pasa por un largo proceso de transporte antes de llegar a su destino final. Las bolsas de mala calidad suelen romperse durante ese proceso, por lo que su contenido se derrama. Ese contenido pasará a ser un cultivo para roedores y para enfermedades al mismo tiempo. Usar bolsas de calidad se trata incluso de un asunto de salud pública. 

- Las bolsas de calidad son capaces de soportar mucho más peso y líquidos que otras de peor calidad. De tal forma se usan menor cantidad de bolsas y se cuida más el medio ambiente. 

-En sitios como hospitales y laboratorios donde se tiran jeringas, medicinas e incluso  desechos humanos que representan un gran riesgo para la salud de peatones que pasen cerca de los contenedores representan un elemento fundamental. 

¿Cómo saber cuándo una bolsa de basura es de calidad?
Las bolsas de basura tienen una clasificación. Esa clasificación va desde el 7 hasta el 14. Ese número representa un calibre o grosor, que mientras más alto sea, más calidad ofrece.  

Al adquirir bolsas, lo primero que se debe  verificar su calibre que también representa cuánto peso podrá soportar- y adquirir el que más convenga. Para hospitales se recomienda el calibre 14, el más resistente, mientras que tal vez para una oficina donde solo se tiren papeles, una de calibre 9 o 10 puede funcionar. 

Vivimos en un mundo donde la contaminación cada día es mayor. Una manera de colaborar con el medio ambiente y la salud de tu comunidad es usar bolsas de alta calidad que no se rasguen y mantengan su contenido hasta su destino final, ya sea el reciclaje o el vertedero